Lady Sarah Bunbury sacrificando ante las Tres Gracias | J. Reynolds |
Época: 1750 - 1790.
Movimiento: Neoclasicismo.
Región: Gran Bretaña.
Artistas: Nathaniel Dance; Thomas Gainsborough; Gavin Hamilton; William Hogarth; Angelica Kauffmann; Thomas Lawrence; Joshua Reynolds; George Romney; Benjamin West.
Marco histórico.
Gran Bretaña marchó a su propio ritmo durante siglos. Antes de que la Revolución estallase en Francia, Gran Bretaña era ya un país con tradición parlamentaria después de que los revolucionarios de Cromwell ejecutasen a Carlos I. Con los Orange holandeses en el trono, el país trató de minimizar las transformaciones y aceleró la concesión de una serie de libertades parlamentarias. A esto se unió un período de prosperidad económica, en una clase alto-burguesa mayoritariamente evangelista. Cabe destacar que la evangelista era una rama del protestantismo especialmente racionalista, muy afín a los postulados de la Ilustración y el enciclopedismo. Todo ello motivó una nueva ideología que influyó en la política, la economía y la cultura, sin la conmoción que provocó la Revolución Francesa.
Sin embargo, cuando llega el siglo XVIII, Inglaterra no puede sustraerse a las influencias del continente europeo, especialmente a aquellas que propician el cambio desde la monarquía absolutista hacia las libertades del pueblo. Sin embargo, el arte del período neoclásico en Gran Bretaña tratará desesperadamente de encontrar su propia identidad.
El retrato; Hogarth, marcando el camino.
El precedente más inmediato es Hogarth, muy inspirado en la pintura costumbrista del Barroco Centroeuropeo. Trata los valores británicos de manera crítica, siendo sus mejores obras las llamadas "piezas de conversación": pequeños cuadritos que forman series sobre un problema moral (la prostitución, el matrimonio de conveniencia, las elecciones municipales). En el retrato, la labor de Hogarth se define como un retrato informal, intimista y elegante. Reynolds, Gainsboroguh y Lawrence hacen suyo este tipo de retrato, cada uno con sus variantes personales.
Aunque desplazados por la fama de los grandes maestros, en la Gran Bretaña del neoclásico trabajó una pléyade de pintores.
El paisajismo inglés.
El paisaje será la segunda bandera de los británicos. Para ello escogen los precedentes holandeses del barroco y la pintura barroca de Claudio de Lorena.
Gran Bretaña marchó a su propio ritmo durante siglos. Antes de que la Revolución estallase en Francia, Gran Bretaña era ya un país con tradición parlamentaria después de que los revolucionarios de Cromwell ejecutasen a Carlos I. Con los Orange holandeses en el trono, el país trató de minimizar las transformaciones y aceleró la concesión de una serie de libertades parlamentarias. A esto se unió un período de prosperidad económica, en una clase alto-burguesa mayoritariamente evangelista. Cabe destacar que la evangelista era una rama del protestantismo especialmente racionalista, muy afín a los postulados de la Ilustración y el enciclopedismo. Todo ello motivó una nueva ideología que influyó en la política, la economía y la cultura, sin la conmoción que provocó la Revolución Francesa.
Sin embargo, cuando llega el siglo XVIII, Inglaterra no puede sustraerse a las influencias del continente europeo, especialmente a aquellas que propician el cambio desde la monarquía absolutista hacia las libertades del pueblo. Sin embargo, el arte del período neoclásico en Gran Bretaña tratará desesperadamente de encontrar su propia identidad.
El retrato; Hogarth, marcando el camino.
El precedente más inmediato es Hogarth, muy inspirado en la pintura costumbrista del Barroco Centroeuropeo. Trata los valores británicos de manera crítica, siendo sus mejores obras las llamadas "piezas de conversación": pequeños cuadritos que forman series sobre un problema moral (la prostitución, el matrimonio de conveniencia, las elecciones municipales). En el retrato, la labor de Hogarth se define como un retrato informal, intimista y elegante. Reynolds, Gainsboroguh y Lawrence hacen suyo este tipo de retrato, cada uno con sus variantes personales.
Aunque desplazados por la fama de los grandes maestros, en la Gran Bretaña del neoclásico trabajó una pléyade de pintores.
- George Romney (1734–1802), que fue un destacado pintor retratista.
- Gavin Hamilton (1723-1798), que estuvo entre los neoclasicistas de Roma; se considera uno de los fundadores del Neoclasicismo junto con Mengs.
- Nathaniel Dance (1735-1811), que también vivió en Roma.
- Benjamin West (1738-1820), que vivió tres años en Roma y se estableció en Londres en 1763.
- Angelica Kauffmann (1741-1807), que abordó temas históricos e hizo retratos de factura neoclásica y tono sentimental.
El paisajismo inglés.
El paisaje será la segunda bandera de los británicos. Para ello escogen los precedentes holandeses del barroco y la pintura barroca de Claudio de Lorena.
- Cuando insertan la figura de un modelo en un paisaje clasicista (como el de Lorena) o agitado (como el holandés), se considera que comienza la auténtica "manera inglesa".
- Cuando el paisaje y su atmósfera se emplea para subrayar el estado anímico de la persona que posa para el pintor, anuncia el prerromanticismo.
Puerta oeste del castillo de Pevensey, de John Hamilton Mortimer.
|
Fuente: Arte Historia. Wikipedia España.
Comentarios
Publicar un comentario
Te doy la bienvenida a mis mares.
Muchas gracias por verter en ellos tus palabras.