El Combate; El Temerario remolcado a su último atraque J. M. W. Turner. |
Fechas: 1780-1850:
Movimiento: Romanticismo.
Características:
- El paisaje cobra protagonismo y sirve como vehículo para mostrar los sentimientos.
- Los visionarios conservan una estética clasicista pero trata temas místicos.
En Gran Bretaña el origen del Romanticismo es un tanto difuso. No en vano, el estilo nacional es un problema para los autores ingleses, que no encuentran precedentes propios sino que han de remitirse a corrientes estilísticas continentales.
El Romanticismo en Gran Bretaña vino acompañada de una revolución filosófica y literaria. Kan, Marx más tarde o el movimiento neo-medievalista literario, abanderado por el poeta Wordsworth, sirven de pilares a la expresión artística. En todos ellos, el valor del individuo es el que prima; ahora el individuo busca los valores en su propio interior y cualquier objeto o tema es digno de reflexión artística, siempre que el sujeto o el pintor sienta aludida su sensibilidad.
El paisaje como reflejo de un sentimiento.
El mejor ejemplo está en los primeros cuadros románticos, realizados a finales del siglo XVIII: frente al paisaje de corriente cientifista que pretende documentar la Naturaleza, el nuevo paisaje trasluce los sentimientos del espectador o de su autor. Los elementos que protagonizan el paisaje ya no son mitologías, narraciones bíblicas o gestas heroicas, sino el propio paisaje: la luz y el color conforman la atmósfera. La la libertad de ejecución se ve reforzada gracias a la técnica de la acuarela, de la que Turner es uno de los máximos exponentes. Es frecuente que un autor realice series del mismo paraje visto desde diversos enfoques, en diversas estaciones, etc. Esto lo consigue con maestría Constable.
Los visionarios.
Una rama muy particular del Romanticismo inglés la constituyen los llamados Visionarios. Éstos, que ni siquiera pueden denominarse como Escuela, fueron tres: el poeta, pintor y místico William Blake, el suizo Füssli y el escultor Flaxman. Sus figuras tienden al clasicismo, con anatomías, ropajes y peinados en el estilo de las esculturas griegas. Pero sus escenas son místicas, en busca de una nueva religión cristiana que responda al vacío creado en el hombre de la industrialización. Inventan una nueva técnica, la impresión iluminada, relacionada con el grabado que colorean a la acuarela. Su gran hito es ser los primeros en contar con lo onírico y el subconsciente en las realizaciones del arte: pesadillas, sueños, traducciones monstruosas de las fobias del hombre moderno. También la pintura de los visionarios conduce en su desarrollo hacia el Simbolismo.
Prerrafaelistas, hijos de Romanticismo.
La culminación del Romanticismo tuvo lugar en una asociación tardía, de 1848, entre varios pintores con inquietudes religiosas, ya en el período victoriano: la Hermandad de los Prerrafaelitas, que se valen de su lenguaje para realizar obras cargadas de símbolos morales y religiosos, que ningún profano podía llegar a entender.
El Romanticismo en Gran Bretaña vino acompañada de una revolución filosófica y literaria. Kan, Marx más tarde o el movimiento neo-medievalista literario, abanderado por el poeta Wordsworth, sirven de pilares a la expresión artística. En todos ellos, el valor del individuo es el que prima; ahora el individuo busca los valores en su propio interior y cualquier objeto o tema es digno de reflexión artística, siempre que el sujeto o el pintor sienta aludida su sensibilidad.
El paisaje como reflejo de un sentimiento.
El mejor ejemplo está en los primeros cuadros románticos, realizados a finales del siglo XVIII: frente al paisaje de corriente cientifista que pretende documentar la Naturaleza, el nuevo paisaje trasluce los sentimientos del espectador o de su autor. Los elementos que protagonizan el paisaje ya no son mitologías, narraciones bíblicas o gestas heroicas, sino el propio paisaje: la luz y el color conforman la atmósfera. La la libertad de ejecución se ve reforzada gracias a la técnica de la acuarela, de la que Turner es uno de los máximos exponentes. Es frecuente que un autor realice series del mismo paraje visto desde diversos enfoques, en diversas estaciones, etc. Esto lo consigue con maestría Constable.
'The Dogano, San Giorgio, Citella' de Turner |
Los visionarios.
Una rama muy particular del Romanticismo inglés la constituyen los llamados Visionarios. Éstos, que ni siquiera pueden denominarse como Escuela, fueron tres: el poeta, pintor y místico William Blake, el suizo Füssli y el escultor Flaxman. Sus figuras tienden al clasicismo, con anatomías, ropajes y peinados en el estilo de las esculturas griegas. Pero sus escenas son místicas, en busca de una nueva religión cristiana que responda al vacío creado en el hombre de la industrialización. Inventan una nueva técnica, la impresión iluminada, relacionada con el grabado que colorean a la acuarela. Su gran hito es ser los primeros en contar con lo onírico y el subconsciente en las realizaciones del arte: pesadillas, sueños, traducciones monstruosas de las fobias del hombre moderno. También la pintura de los visionarios conduce en su desarrollo hacia el Simbolismo.
'La Pesadilla' de Füssli (1802) |
Prerrafaelistas, hijos de Romanticismo.
La culminación del Romanticismo tuvo lugar en una asociación tardía, de 1848, entre varios pintores con inquietudes religiosas, ya en el período victoriano: la Hermandad de los Prerrafaelitas, que se valen de su lenguaje para realizar obras cargadas de símbolos morales y religiosos, que ningún profano podía llegar a entender.
Una muestra de los fundadores de la Hermandad Prerrafaelista: 'El despertar de la conciencia' de Hunt; 'El sueño de Dante' de Rossetti; 'Lorenzo e Isabella' de Millais. |
Fuente: Arte Historia.
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