Paisaje con Orión | N. Poussin |
Ascendencia: Poseidón y Euryale (Hesíodo) e Higínio. Gea (Apolodoro). Hirieo (Antoninus Liberalis). Gea y la orina de Zeus, Poseidón y Hermes (Higinio, Ovidio y Nonnus). Oinopion (Virgilio).
Descendencia: los cincuenta hijos de las Kephisides, las Koronides y Dryas.
Divinidad: gigantes, dioses de la caza.
Mitos: su relación con Mérope y Artemisa. La subida al firmamento de las Pléyades. Su muerte por la picadura de un escorpión.
¿Por qué nos interesa Orión desde una perspectiva de género?
¿Quién es?
En la mitología griega, Orión era un gigante, arquetipo para el cazador primordial.
Nacimiento.
Su nacimiento no está muy claro. Hay quien asegura que Orión era hijo de Poseidón y de Gea. Otra leyenda asegura que Orión era hijo de Hirieo, a quien engendró solo. Según esta segunda versión, Hirieo, que aún no había conocido mujer, deseaba tener un heredero. Un día, Zeus, Hermes y Poseidón le visitaron en su palacio e Hirieo sacrificó para ellos el buey más hermoso de su manada. Más tarde les preguntó qué podía hacer para tener un descendiente sin tener que casarse. Entonces Zeus le hizo traer la piel del buey que Hirieo había sacrificado para ellos y le pidió que orinase encima. Así lo hizo Hirieo y luego los tres dioses enterraron la piel en el jardín del palacio y se marcharon. Nueve meses más tarde, apareció en el lugar donde la piel había sido enterrada un niño al que Hirieo dio el nombre de Orión (de ourina, ‘orinar’).
Sea como fuese, Orión tenía una belleza extraordinaria y creció tanto que, cuando alcanzó la edad adulta, era tan grande que podía andar por el fondo del mar manteniendo la cabeza y los hombros fuera del agua.
Orión, el acosador de las Pléyades.
Algunas leyendas aseguran que Orión persiguió a las Pléyades durante siete años, hasta que Zeus se apiadó de las muchachas y facilitó su subida al firmamento.
Orión y la princesa Mérope.
Caminando a través del mar, Orión llegó a la isla griega de Quíos, donde se enamoró de la princesa Mérope, hija del rey Enopión. Enopión quiso entonces librarse de este incómodo pretendiente, prometiéndole a Orión la mano de su hija si éste libraba a Quíos de todas las bestias que atacaban a hombres y ganado. Enopión estaba convencido de que Orión no lo lograría, pero el gigante era un excelente cazador y no tuvo ningún problema para cumplir el encargo. Cuando regresó y pidió la mano de Mérope, Enopión se desdijo de sus promesas, enojando a Orión, quien saqueó el palacio preso de la furia. Finalmente Orión sería apresado por el ejército de lanceros del rey y, como castigo, Enopión le cegó y le abandonó en la playa.
El milagroso encuentro con Hefesto.
Hay quien cuenta que Orión, privado de vista, marchó a través del mar hasta la isla de Lemnos, donde fue atraído por la forja de Hefesto, quien se apiadó de él y le cedió como lazarillo a su ayudante Cedalión. Así, guiado por el muchacho, Orión regresó al mar y siguió su camino, a través del cual recuperó la vista milagrosamente.
La muerte de Orión.
Hay fuentes que acusan a Artemisa de la muerte del Orión que, dependiendo de la fuente, despertó en la diosa el amor, el odio o incluso ambos sentimientos a partes iguales, lo cual condujo al hermoso Orión a una muerte trágica y prematura. [Más información en la entrada dedicada al mito de Orión y Artemisa]
Ascenso a los cielos.
Cuenta algunos que, después de llorar su muerte durante días, Artemisa envió el cuerpo de Orión y el de su perro de caza a las estrellas, convertidos en la constelación de Orión y en la estrella Sirio respectivamente.
Otros relatan que, viendo la inminencia de la muerte, Orión pidió a Zeus que lo colocara en los cielos con sus dos fieles perros de caza (Canis Mayor y Canis Menor) y una liebre (Lepus) para que los hombres recordaran sus aventuras como cazador. Además, también pidió a Zeus el dominio de las tempestades, las tormentas, el hielo y los vientos, a fin de poderse vengar así de su madre Gea (la Tierra). Desde entonces la Tierra ha temblado cada vez que ha visto aparecer a Orión en el firmamento, ya que éste siempre ha traído consigo el viento, el frío, las tempestades, los hielos, las nieves y las escarchas. Zeus también subiría al Escorpión al firmamento, pero situándolo lo más lejos posible del gigante, para que nunca más volvieran a enfrentarse.
Es así que la constelación de Escorpio sólo aparece en el firmamento en verano, justo cuando Orión empieza a ponerse, destinado a perseguirlo por toda la eternidad, como Orión persigue sin descanso a Mérope y a las Pléyades, sus hermanas.
En la mitología griega, Orión era un gigante, arquetipo para el cazador primordial.
Nacimiento.
Su nacimiento no está muy claro. Hay quien asegura que Orión era hijo de Poseidón y de Gea. Otra leyenda asegura que Orión era hijo de Hirieo, a quien engendró solo. Según esta segunda versión, Hirieo, que aún no había conocido mujer, deseaba tener un heredero. Un día, Zeus, Hermes y Poseidón le visitaron en su palacio e Hirieo sacrificó para ellos el buey más hermoso de su manada. Más tarde les preguntó qué podía hacer para tener un descendiente sin tener que casarse. Entonces Zeus le hizo traer la piel del buey que Hirieo había sacrificado para ellos y le pidió que orinase encima. Así lo hizo Hirieo y luego los tres dioses enterraron la piel en el jardín del palacio y se marcharon. Nueve meses más tarde, apareció en el lugar donde la piel había sido enterrada un niño al que Hirieo dio el nombre de Orión (de ourina, ‘orinar’).
Sea como fuese, Orión tenía una belleza extraordinaria y creció tanto que, cuando alcanzó la edad adulta, era tan grande que podía andar por el fondo del mar manteniendo la cabeza y los hombros fuera del agua.
Orión, el acosador de las Pléyades.
Algunas leyendas aseguran que Orión persiguió a las Pléyades durante siete años, hasta que Zeus se apiadó de las muchachas y facilitó su subida al firmamento.
"Las Pléyades" de Elihu Vedder |
Orión y la princesa Mérope.
Caminando a través del mar, Orión llegó a la isla griega de Quíos, donde se enamoró de la princesa Mérope, hija del rey Enopión. Enopión quiso entonces librarse de este incómodo pretendiente, prometiéndole a Orión la mano de su hija si éste libraba a Quíos de todas las bestias que atacaban a hombres y ganado. Enopión estaba convencido de que Orión no lo lograría, pero el gigante era un excelente cazador y no tuvo ningún problema para cumplir el encargo. Cuando regresó y pidió la mano de Mérope, Enopión se desdijo de sus promesas, enojando a Orión, quien saqueó el palacio preso de la furia. Finalmente Orión sería apresado por el ejército de lanceros del rey y, como castigo, Enopión le cegó y le abandonó en la playa.
El milagroso encuentro con Hefesto.
Hay quien cuenta que Orión, privado de vista, marchó a través del mar hasta la isla de Lemnos, donde fue atraído por la forja de Hefesto, quien se apiadó de él y le cedió como lazarillo a su ayudante Cedalión. Así, guiado por el muchacho, Orión regresó al mar y siguió su camino, a través del cual recuperó la vista milagrosamente.
La muerte de Orión.
Hay fuentes que acusan a Artemisa de la muerte del Orión que, dependiendo de la fuente, despertó en la diosa el amor, el odio o incluso ambos sentimientos a partes iguales, lo cual condujo al hermoso Orión a una muerte trágica y prematura. [Más información en la entrada dedicada al mito de Orión y Artemisa]
- Según “La Odisea” de Homero, Artemisa mató a Orión para vengar los celos de los inmortales por el matrimonio de una de ellos (Eos) con un mortal (Orión).
- Otro mito cuenta que Orión violó a una de las seguidoras de Artemisa, quien lo castigó enviando un escorpión para que lo matase.
- Otros la atribuyen a una sádica intervención de Apolo, hermano de Artemisa. En esta versión Apolo , dispuesto a acabar con el romance entre Orión y Artemisa, embaucó a su hermana retándola a acertar con sus flechas a un objetivo lejano, sin desvelar que dicho objetivo se trataba en realidad de Orión y logrando así que fuese su propia hermana la que acabase con la vida de su amado.
- Hay también quien culpa de su muerte al propio Orión quien, enardecido por su romance con la diosa Eos, se volvió tan arrogante que llegó a ofender a varios dioses. Éstos enviaron un escorpión gigante tras Orión, que se zambulló en el mar y nadó hasta la isla de Delos, bajo la protección de Eos y Artemisa. En este mito Apolo repite sus estrategia e invita a su hermana a demostrar su habilidad con el arco con varios objetos distantes, entre los que escondía su amado Orión.
- Algunos autores relatan que Orión jamás recuperó la visión y que así anduvo por la vida, hasta que un día pisó un escorpión sin darse cuenta, siendo picado y muerto por su veneno.
- Según otras versiones, cuando Orión quiso vengarse de Enopión por su falacia, Enopión se ocultó en una cámara subterránea tan inescrutable que truncó el propósito del gigante. Entonces Orión, preso de la cólera, se desahogó aniquilando sin piedad a todos los animales de la zona, volviéndose arrogante. Al cabo del tiempo, la actitud de Orión desbordó la paciencia de su madre, que le envió un escorpión muy venenoso frente al que Orión cayó al herido de muerte.
"Diana y Orión" de Johann Heinrich Tischbein. |
Ascenso a los cielos.
Cuenta algunos que, después de llorar su muerte durante días, Artemisa envió el cuerpo de Orión y el de su perro de caza a las estrellas, convertidos en la constelación de Orión y en la estrella Sirio respectivamente.
Otros relatan que, viendo la inminencia de la muerte, Orión pidió a Zeus que lo colocara en los cielos con sus dos fieles perros de caza (Canis Mayor y Canis Menor) y una liebre (Lepus) para que los hombres recordaran sus aventuras como cazador. Además, también pidió a Zeus el dominio de las tempestades, las tormentas, el hielo y los vientos, a fin de poderse vengar así de su madre Gea (la Tierra). Desde entonces la Tierra ha temblado cada vez que ha visto aparecer a Orión en el firmamento, ya que éste siempre ha traído consigo el viento, el frío, las tempestades, los hielos, las nieves y las escarchas. Zeus también subiría al Escorpión al firmamento, pero situándolo lo más lejos posible del gigante, para que nunca más volvieran a enfrentarse.
Es así que la constelación de Escorpio sólo aparece en el firmamento en verano, justo cuando Orión empieza a ponerse, destinado a perseguirlo por toda la eternidad, como Orión persigue sin descanso a Mérope y a las Pléyades, sus hermanas.
"La muerte de Orión", de Nicolas Guy Brenet |
Fuentes: MallorcaWeb. Wikipedia.
Comentarios
Publicar un comentario
Te doy la bienvenida a mis mares.
Muchas gracias por verter en ellos tus palabras.