La Cazadora Diana | G. Seignac |
Procedencia: la isla de Ortigia o quizá la de Delos.
Padres: Zeus y Leto.
Hermano: Apolo.
Amores platónicos: Endimión, Orión.
Descendencia: ninguna.
Título: diosa virgen de la caza, los animales y las tierras salvajes. Protectora de los niños pequeños. En algunos lugares, diosa de la fertilidad y de los partos.
Identificaciones: Selene, diosa de la luna.
Categoría: olímpicos; deidades de la caza, la naturaleza, y el hogar.
Mitos: los mitos de Acteón, Adonis, Calisto, Endimión, Orión, Siproites... La muerte de los Nióbides. El sacrificio de Ifigenia.
Atributos: una media luna sobre su cabeza, el arco de oro y la flechas el laurel. También el olivo, el cedro y el mirto, el ciervo, el oso y el perro y la cabra, el gallo, la perdiz, el león, el jabalí y el lobo.
¿Por qué nos interesa desde una perspectiva de género? Porque los autores le han otorgado cualidades habitualmente relacionadas con la masculinidad, desde la ira a la habilidad con el arco.
- Acteón la espió furtivamente mientras se bañaba. Por mirón, la diosa lo castigó a morir devorado por sus propios perros.
- También Sipretes la descubrió y espió durante el baño. A éste lo transformó en mujer.
- Un mito cuenta que Orión violó a una de sus seguidoras y que ella lo castigó enviando un escorpión para que lo matase.
- Hizo voto de castidad y lo impuso a las ninfas de su comitiva. Cuando descubrió que Calisto estaba embarazada, la expulsó de su corte; en algunos mitos provocó incluso su muerte.
- Al tener conocimiento de las burlas de Níobe, Artemisa y su hermano Apolo decidieron castigarla asesinando a sus hijos, conocidos como los nióbides.
¿Quién es?
En la mitología griega, Artemisa o Ártemis es la hija de Zeus y Leto y la hermana gemela de Apolo. Era la diosa virgen de la caza, los animales salvajes, las tierras salvajes. En algunos lugares era también adorada como una diosa de la fertilidad y los partos, puesto que, según algunos mitos, ayudó a su madre en el nacimiento de su gemelo Apolo. Además, protege a los niños pequeños. También se le identificó como diosa de la luna, representada en realidad por la diosa Selene.
Representaciones e iconografía.
Entre sus atributos de Artemisa se encuentran: como las plantas consagradas, el laurel, el olivo, el cedro y el mirto. Como sus animales domesticados, el ciervo y el perro y también la cabra, el gallo y la perdiz. Entre los animales salvajes, destacan el oso y también el león, el jabalí y el lobo.
En el arte, Artemisa era típicamente retratada con una media luna sobre su cabeza y con su arco (de oro) y sus flechas; estas flechas, en contraste con su papel como diosa de los partos, se decía que eran la causa de la muerte de las mujeres en los alumbramientos. Como Potnia Theron (protectora de los animales salvajes) se la representaba con largas alas y llevando un animal en cada mano, normalmente un ciervo y un leopardo, pero a veces un leopardo y un león. El templo de Artemisa de Éfeso fue el más famoso erigido en su nombre y fue considerado una de las siete maravillas del mundo.
Nacimiento.
Cuando Hera descubrió que Leto estaba embarazada y que Zeus era el padre, prohibió que Leto diera a luz en tierra firme, ya fuese en el continente o en cualquier isla del mar; incluso hay quien afirma que, en su despecho, Hera llegó a secuestrar a Ilitía, diosa de los partos, para evitar que Leto diese a luz. En su deambular, Leto encontró la recién creada isla de Delos, una isla flotante rodeada de cisnes, donde al fin se detuvo para dar a luz. Todas las diosas, en especial Atenea, se hallaban junto a Leto, pero nada podían hacer en su favor. No obstante, Iris fue al Olimpo a rogar a Hera el alumbramiento ofreciéndole a cambio un collar de oro y ámbar de un espesor de nueve codos. A este precio, Hera consintió a Ilítia que finalmente descendiese del Olimpo y se encargue del parto. Así pudo Leto dar a luz, cosa que hizo al amparo de una palmera que era el único árbol de toda la isla. Parece ser que primero nació Artemisa, la cual ayudó a nacer a Apolo; hay incluso quien afirma que Artemisa nació un día antes que Apolo, en la isla de Ortigia, mientras los curetos, sacerdotes semidioses, hacían gran ruido para evitar que Hera se diera cuenta de que ella daba a luz allí, debajo de un árbol de olivo; luego Artemisa habría ayudad a su madre a cruzar el mar hasta Delos, donde daría luz a Apolo al día siguiente. Sea como fuese, después del parto, Zeus aseguraría Delos al fondo del océano, convirtiéndola al fin en una verdadera isla.
La celosa castidad de Artemisa.
A los tres años, Artemisa pidió a su padre, Zeus, mientras estaba sentada en su rodilla, que le concediese varios deseos. Recordando cuánto había sufrido su madre durante el parto, Artemisa pidió a Zeus no tener que casarse nunca y no parir hijos. Luego, pidió sabuesos de orejas gachas, ciervos para que tiraran de su carro, y ninfas como compañeras de cacería. Además, todas las compañeras del cortejo de Artemisa permanecieron vírgenes; así lo dispuso la diosa, quien guardó la castidad de su cortejo muy celosamente, enfureciéndole sobremanera aquellos que quebrantaron sus normas, a quienes castigó con más o menos ira.
Amores atribuídos.
La matanza de los Nióbides.
Níobe tuvo gran número de hijos con su esposo Anfión, rey de Tebas, conocidos como los Nióbides. Níobe se vanagloriaba de la extensión de su prole, mofándose de Leto por haber tenido sólo dos vástagos, Apolo y Artemisa. Estas burlas llegaron hasta tal punto que Níobe se opuso a que se le tributaran honores a Leto, lo que encendió las iras de sus hijos. En venganza, Apolo mató a todos sus hijos varones y Artemisa hizo lo propio con las mujeres, a excepción de Amiclas y Melibea.
La muerte de Adonis.
Adonis, el gran amor de Afrodita, moriría trágicamente, destrozado por colmillos de jabalí mientras se hallaba de caza con su amada, existiendo múltiples versiones sobre lo sucedido. Una de las teorías culpa a Artemisa, quien habría enviado al jabalí como represalia por la implicación de Afrodita en la muerte de Hipólito, protegido suyo.
El sacrificio de Ifigenia.
En espera del viento para partir a la guerra de Troya, el adivino Calcante informa a Agamenón que la falta de viento se debe al enojo de Artemisa, quien exige a cambio que Agamenón sacrifique a Ifigenia, la más hermosa de sus hijas, para saciar su furia.
Diana, la Artemisa romana.
En épocas posteriores, el culto de Artemisa se mezcló con el de la diosa Diana de la mitología romana, hija de Júpiter (Zeus) y de Latona y hermana de Apolo. Era diosa de la caza y, en contraste con Apolo, divinidad solar, Diana era identificada con Selene, diosa lunar. Entregó a los mortales el conocimiento de las artes de la hechicería que posteriormente constituyó el tronco central inspirador de las prácticas de brujería en la Europa occidental.
Entregada a la cacería, Artemisa se mostraba insensible sus pretendientes; todos los que intentaron su amor no lograron conquistarla, por lo que se le dio el sobrenombre de casta. Diana cuidaba celosamente de la castidad de las ninfas de su cortejo, con las que salía de caza. Pero esta diosa parece que en sus orígenes tuvo un carácter más primitivo y más ambiguo, en relación con la diosa asiática Astarté, con carácter de fecundidad, pero también de crueldad.
Los mitos romanos de Diana coinciden en gran medida con los de Artemisa. Exigirá el sacrificio de Ifigenia, que en el momento del sacrificio es sustituida por un ciervo. Se enamoró (aunque sólo platónicamente) del pastor Endimión, a quien besaba cuando dormía, tan suavemente que ni siquiera lo despertaba. Participó en la muerte de los hijos de Níobe, a los que asaeteó junto a Apolo por provocarla de modo insolente. También fue la perdición del pastor Acteón, al convirtió en ciervo para que fuese devorado por sus propios perros.
En la mitología griega, Artemisa o Ártemis es la hija de Zeus y Leto y la hermana gemela de Apolo. Era la diosa virgen de la caza, los animales salvajes, las tierras salvajes. En algunos lugares era también adorada como una diosa de la fertilidad y los partos, puesto que, según algunos mitos, ayudó a su madre en el nacimiento de su gemelo Apolo. Además, protege a los niños pequeños. También se le identificó como diosa de la luna, representada en realidad por la diosa Selene.
Representaciones e iconografía.
Entre sus atributos de Artemisa se encuentran: como las plantas consagradas, el laurel, el olivo, el cedro y el mirto. Como sus animales domesticados, el ciervo y el perro y también la cabra, el gallo y la perdiz. Entre los animales salvajes, destacan el oso y también el león, el jabalí y el lobo.
En el arte, Artemisa era típicamente retratada con una media luna sobre su cabeza y con su arco (de oro) y sus flechas; estas flechas, en contraste con su papel como diosa de los partos, se decía que eran la causa de la muerte de las mujeres en los alumbramientos. Como Potnia Theron (protectora de los animales salvajes) se la representaba con largas alas y llevando un animal en cada mano, normalmente un ciervo y un leopardo, pero a veces un leopardo y un león. El templo de Artemisa de Éfeso fue el más famoso erigido en su nombre y fue considerado una de las siete maravillas del mundo.
"Diana" de Joseph Duch |
Nacimiento.
Cuando Hera descubrió que Leto estaba embarazada y que Zeus era el padre, prohibió que Leto diera a luz en tierra firme, ya fuese en el continente o en cualquier isla del mar; incluso hay quien afirma que, en su despecho, Hera llegó a secuestrar a Ilitía, diosa de los partos, para evitar que Leto diese a luz. En su deambular, Leto encontró la recién creada isla de Delos, una isla flotante rodeada de cisnes, donde al fin se detuvo para dar a luz. Todas las diosas, en especial Atenea, se hallaban junto a Leto, pero nada podían hacer en su favor. No obstante, Iris fue al Olimpo a rogar a Hera el alumbramiento ofreciéndole a cambio un collar de oro y ámbar de un espesor de nueve codos. A este precio, Hera consintió a Ilítia que finalmente descendiese del Olimpo y se encargue del parto. Así pudo Leto dar a luz, cosa que hizo al amparo de una palmera que era el único árbol de toda la isla. Parece ser que primero nació Artemisa, la cual ayudó a nacer a Apolo; hay incluso quien afirma que Artemisa nació un día antes que Apolo, en la isla de Ortigia, mientras los curetos, sacerdotes semidioses, hacían gran ruido para evitar que Hera se diera cuenta de que ella daba a luz allí, debajo de un árbol de olivo; luego Artemisa habría ayudad a su madre a cruzar el mar hasta Delos, donde daría luz a Apolo al día siguiente. Sea como fuese, después del parto, Zeus aseguraría Delos al fondo del océano, convirtiéndola al fin en una verdadera isla.
La celosa castidad de Artemisa.
A los tres años, Artemisa pidió a su padre, Zeus, mientras estaba sentada en su rodilla, que le concediese varios deseos. Recordando cuánto había sufrido su madre durante el parto, Artemisa pidió a Zeus no tener que casarse nunca y no parir hijos. Luego, pidió sabuesos de orejas gachas, ciervos para que tiraran de su carro, y ninfas como compañeras de cacería. Además, todas las compañeras del cortejo de Artemisa permanecieron vírgenes; así lo dispuso la diosa, quien guardó la castidad de su cortejo muy celosamente, enfureciéndole sobremanera aquellos que quebrantaron sus normas, a quienes castigó con más o menos ira.
- EL ENCUENTRO CON ACTEÓN: En una ocasión estaba Artemisa bañándose desnuda en el bosque cuando el príncipe Acteón la descubrió y se detuvo a mirarla. Tan aturdido quedó por la desnudez de la diosa que Acteón pisó accidentalmente una rama desvelando su presencia a Artemisa. Ésta se disgustó tanto por haber sido espiada que transformó a Acteón en un ciervo y le azuzó a sus propios sabuesos, que lo devoraron sin saber que el ciervo que cazaban se trataba de su propio dueño. Otras leyendas cuenta que lo que sucedió realmente fue que Acteón alardeó de ser mejor cazador que Artemisa, por lo que la diosa lo transformó en un venado y le recetó el mismo fin.
"Diana y Acteón" de Jean-Baptiste-Camille Corot |
- EL ENCUENTRO CON SIPRETES. Algo más indulgente fue con un cretense llamado Sipretes, quien también la descubrió durante el baño y a quien Artemisa lo transformó en mujer.
- LA TRAICIÓN DE CALISTO. Este mito relata cómo Zeus se prenda de Calisto, una de las ninfas del cortejo de Artemisa, y como decide disfrazarse de Artemisa para acercarse a ella, dejándola embarazada en su encuentro, algo muy inconveniente teniendo en cuenta que para formar parte del cortejo de Artemisa había que hacer voto de castidad. Con la intervención de Artemisa, Calisto acabó convertida en osa y saeteada, siendo ascendida a los cielos en forma de constelación.
"Diana y Calisto" de Peter Paul Rubens |
- SUS POSIBLES AMORÍOS CON ARES: En algunas versiones de la historia de Adonis y Afrodita, Artemisa y Ares eran amantes. Esta versión implica que Artemisa mantuvo relaciones con Ares, lo que contradiría todas las fuentes, que coinciden que Artemisa se mantuvo casta todo el tiempo. Si bien, es importante advertir que el concepto de «virginidad» es bastante diferente del actual: se cree que en aquella época se consideraba virgen a la mujer soltera, sin ataduras con hombre alguno, apoyando así la naturaleza indomable de Artemisa.
- SU AMOR POR ENDIMIÓN. Endimión, sumido en un sueño eterno que lo conservaba joven y hermoso, recibe diariamente la visita de la diosa lunar, que baja cada noche para recrearse en su belleza. Esta diosa lunar se identifica normalmente con Selene; si bien, algunos autores apuntan a Artemisa, en contraposición a su hermano Apolo, dios solar.
"Diana y Endimión" de Pierre Subleyras |
- SU AMOR POR ORIÓN: Hay fuentes que acusan a Artemisa de la muerte del Orión, un hermoso gigante dedicado a la caza que, dependiendo de la fuente, despertó en la diosa el amor, el odio o incluso ambos sentimientos a partes iguales, lo cual condujo al hermoso Orión a una muerte trágica y prematura. Se dice que, después de llorar su muerte durante días, Artemisa envió el cuerpo de Orión y el de su perro de caza a las estrellas, convertidos en la constelación de Orión y en la estrella Sirio respectivamente. [Más información en la entrada dedicada al mito de Orión y Artemisa]
Detalle de "Paisaje con Orión" de Nicolas Poussin. |
Níobe tuvo gran número de hijos con su esposo Anfión, rey de Tebas, conocidos como los Nióbides. Níobe se vanagloriaba de la extensión de su prole, mofándose de Leto por haber tenido sólo dos vástagos, Apolo y Artemisa. Estas burlas llegaron hasta tal punto que Níobe se opuso a que se le tributaran honores a Leto, lo que encendió las iras de sus hijos. En venganza, Apolo mató a todos sus hijos varones y Artemisa hizo lo propio con las mujeres, a excepción de Amiclas y Melibea.
"Apolo y Diana matando a los hijos de Niobe" de Jan Boeckhorst |
La muerte de Adonis.
Adonis, el gran amor de Afrodita, moriría trágicamente, destrozado por colmillos de jabalí mientras se hallaba de caza con su amada, existiendo múltiples versiones sobre lo sucedido. Una de las teorías culpa a Artemisa, quien habría enviado al jabalí como represalia por la implicación de Afrodita en la muerte de Hipólito, protegido suyo.
"La muerte de Adonis" de Luca Giordano | Palazzo Medici-Riccardi |
El sacrificio de Ifigenia.
En espera del viento para partir a la guerra de Troya, el adivino Calcante informa a Agamenón que la falta de viento se debe al enojo de Artemisa, quien exige a cambio que Agamenón sacrifique a Ifigenia, la más hermosa de sus hijas, para saciar su furia.
"El sacrificio de Ifigenia" de Flemalle Bertholet |
Diana, la Artemisa romana.
En épocas posteriores, el culto de Artemisa se mezcló con el de la diosa Diana de la mitología romana, hija de Júpiter (Zeus) y de Latona y hermana de Apolo. Era diosa de la caza y, en contraste con Apolo, divinidad solar, Diana era identificada con Selene, diosa lunar. Entregó a los mortales el conocimiento de las artes de la hechicería que posteriormente constituyó el tronco central inspirador de las prácticas de brujería en la Europa occidental.
Entregada a la cacería, Artemisa se mostraba insensible sus pretendientes; todos los que intentaron su amor no lograron conquistarla, por lo que se le dio el sobrenombre de casta. Diana cuidaba celosamente de la castidad de las ninfas de su cortejo, con las que salía de caza. Pero esta diosa parece que en sus orígenes tuvo un carácter más primitivo y más ambiguo, en relación con la diosa asiática Astarté, con carácter de fecundidad, pero también de crueldad.
Los mitos romanos de Diana coinciden en gran medida con los de Artemisa. Exigirá el sacrificio de Ifigenia, que en el momento del sacrificio es sustituida por un ciervo. Se enamoró (aunque sólo platónicamente) del pastor Endimión, a quien besaba cuando dormía, tan suavemente que ni siquiera lo despertaba. Participó en la muerte de los hijos de Níobe, a los que asaeteó junto a Apolo por provocarla de modo insolente. También fue la perdición del pastor Acteón, al convirtió en ciervo para que fuese devorado por sus propios perros.
"Diana como personificación de la noche" de Anton Raphael Mengs
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Muy buena información y muy completo, me ha servido de mucho para una tarea... sólo una cuestión... Aqui se menciona a Siproites, pero estuve buscando de él, y en el Gran libro de la mitología griega de Robin Hard y en el diccionario de la mitología griega y romana de Pierre Grimal se le menciona como Sipretes.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras.
EliminarEn cuanto a Siproites/Sipretes, parece ser que "Siproites" es su expresión en inglés y que "Sipretes" es su expresión en castellano. En mi caso, sería más correcto usar la versión castellana del nombre, así que procedo a corregirlo.
Un saludo!