Vulcano | P. P. Rubens |
Residencia: los volcanes, que son sus talleres.
Padres: Hera por si sola según Hesíodo, Homero, Apolodoro e Higinio. Hera y Zeus según Apolodoro e Higinio. Talos según Pausanias.
Tutoras: Tetis y Eurínome según Homero.
Consorte: Afrodita.
Descendencia: Ardalos. Los Cabiros. Caco. Cécrope. Cerción. Eros. Erictonio. Eucleia. Eufeme. Eutenia. Filamón. Filofrósine. Oleno. Palamón. Los Palicos. Perifetes. Pilio. Radamanto. Servio Tulio. Talía.
Título: dios del fuego y la forja, los herreros, los artesanos, los escultores, los metales y la metalurgia.
Grupo: olímpicos; deidades de los oficios y la naturaleza.
Representaciones: normalmente es un hombre cojo, sudoroso, con barba desaliñada y pecho descubierto, inclinado sobre su yunque, trabajando los metales en su fragua junto con sus ayudantes los Cíclopes.
Mitos: la expulsión de Hefesto del Olimpo. El matrimonio con Afrodita. El triángulo amoroso de Hefesto, Afrodita y Ares.
¿Por qué nos interesa desde una perspectiva de género?
¿Quién es?
En la mitología griega, Hefesto es el dios del fuego y la forja, de los herreros, los artesanos, los escultores, los metales y la metalurgia. Reina sobre los volcanes, que son sus talleres.
Representación e iconografía.
Se le representa normalmente en su taller, trabajando los metales nobles con sus ayudantes, los Cíclopes. También se le representa con un mazo de hierro incandescente en la mano. Hefesto era bastante feo, lisiado y cojo. La apariencia física de Hefesto es un indicio de arsenicosis (envenenamiento crónico por arsénico), que provoca cojera y cáncer de piel. Y es que hay que tener en cuenta que el arsénico se añadía al bronce para endurecerlo y la mayoría de los herreros de la Edad de Bronce habrían padecido esta enfermedad. En el arte, se le representa cojo, sudoroso, con la barba desaliñada y el pecho descubierto, inclinado sobre su yunque, siempre trabajando en su fragua.
Nacimiento.
Existen varias versiones sobre el nacimiento de Hefesto. La maternidad de Hera no admite objeción, al contrario que la paternidad, la cual aún se discute.
Quizá el episodio más traumático de la vida de Hefesto fue su expulsión del Olimpo. Sobre ella existen varias versiones, que conllevan también diferentes versiones sobre su consabida cojera. De hecho, en la propia Ilíada se dan dos versiones bien distintas de todos los acontecimientos.
Se desposó con Afrodita y, para no ser menos, este acontecimiento de su vida admite también varias versiones.
El triángulo Hefesto-Afrodita-Ares.
En cambio, Afrodita, a quien le desagradaba aquel dios malhumorado y deforme, no tardó en refugiarse entre los aguerridos brazos de Ares. Por supuesto, Hefesto no tardaría mucho en descubrirlos, propiciando uno de los episodios más sonados de la prensa rosa olímpica, cuando el celoso marido descubrió el amorío delante de toda la corte, atrapándolos a ambos con ayuda de una red mágica...
El asalto de Atenea.
No es de extrañar que haya autores que señalen su desgraciado matrimonio con Afrodita como desencadenante del su asalto a Atenea, un día que ésta acudió a él por nuevas armas. Aquel día, Hefesto intentó violar a Atenea, aunque sin mucha fortuna, ya que Hefesto derramó su semen en suelo (o en la pierna de Atenea, según otras versiones, quien lo limpió con un trozo de lana que tiró al suelo). Fue así como Gea engendró a Erictonio, uno de los reyes de Atenas, al cual Atenea crió como si fuese hijo suyo.
Descendencia.
Sin embargo, si que tuvo descendencia, siempre con bellas mujeres. Según “La Ilíada” de Homero, una de su consorte era Cárite, la Gracia por excelencia; y casi lo mismo afirma la “Teogonía” de Hesíodo, quien asegura que esta consorte era Aglaya (o Áglae), la más joven de las Cárites. Según la tradición órfica, fueron padres de Eucleia (diosa de la buena reputación y la gloria), Eufeme (diosa del correcto discurso), Eutenia (diosa de la prosperidad y la plenitud) y Filofrósine (diosa de la amabilidad y la bienvenida).
A veces se consideraba a Hefesto padre de los Palicos (con Etna), los daimones ctónicos de los géiseres y los manantiales de aguas termales de la región de Palacia (Sicilia). También se lo asocia con los Cabiros (con la ninfa Cabiro), que eran llamados los “Hephaistoi” (hombres de Hefesto). Además se le atribuye la paternidad de la ninfa Talía.
Entre los mortales, se atribuye a Hefestos la paternidad de Ardalos, Caco, Cécrope (según una versión minoritaria), Cerción, Filamón, Oleno, Palamón, Perifetes (con Anticlea), Pilio, Radamanto y Servio Tulio (con Ocresia).
El herrero de los dioses.
Hefesto fabricó en su forja muchos de los accesorios que lucían los dioses, y se le atribuye la forja de casi todos los objetos metálicos con poderes finamente trabajados que aparecen en la mitología griega, a parte del famoso cinturón de Afrodita: el casco y las sandalias aladas de Hermes, la égida de Zeus, la armadura de Aquiles, las castañuelas de bronce de Heracles, el carro de Helios, el hombro de Pélope, el arco y las flechas de Eros, el casco de invisibilidad de Hades y hasta el collar que regaló a Hermíone y el cetro de Agamenón.
Vulcano, el Hefesto romano.
Hefesto se equiparó con Vulcano en la mitología romana y su historia se repite una vez más. Vulcano era hijo de Júpiter (Zeus) y Juno (Hera) y marido de Venus (Afrodita). Era también dios del fuego, los metales y los volcanes, forjador del hierro y creador de arte, armas y armaduras para dioses y héroes. Los romanos lo llamaron también Mulciber ("el que ablanda").
En la mitología griega, Hefesto es el dios del fuego y la forja, de los herreros, los artesanos, los escultores, los metales y la metalurgia. Reina sobre los volcanes, que son sus talleres.
Representación e iconografía.
Se le representa normalmente en su taller, trabajando los metales nobles con sus ayudantes, los Cíclopes. También se le representa con un mazo de hierro incandescente en la mano. Hefesto era bastante feo, lisiado y cojo. La apariencia física de Hefesto es un indicio de arsenicosis (envenenamiento crónico por arsénico), que provoca cojera y cáncer de piel. Y es que hay que tener en cuenta que el arsénico se añadía al bronce para endurecerlo y la mayoría de los herreros de la Edad de Bronce habrían padecido esta enfermedad. En el arte, se le representa cojo, sudoroso, con la barba desaliñada y el pecho descubierto, inclinado sobre su yunque, siempre trabajando en su fragua.
"La forja de Vulcano" de Luca Giordano |
Nacimiento.
Existen varias versiones sobre el nacimiento de Hefesto. La maternidad de Hera no admite objeción, al contrario que la paternidad, la cual aún se discute.
- Sólo Apolodoro citaba a Homero para afirmar que Zeus fue padre de Hefesto.
- Otra tradición, la cretense, lo considera hijo de Talos.
- Por su parte, la “Teogonía” de Hesiodo propone dos versiones: la más aceptada es que Hera engendró a Hefesto sola, celosa porque Zeus habría hecho lo mismo con Atenea; una segunda versión cuenta que Hera estaba muy enfadada con Zeus y que por ello engendró sola a Hefesto, por lo que luego Zeus yació con Metis para engendrar a Atenea. En la leyenda que Hefesto era anterior a Atenea, se decía que fue él quien abrió la cabeza a su padre para liberar a su hermana; en cambio, la otra atribuye el episodio a Prometeo.
Quizá el episodio más traumático de la vida de Hefesto fue su expulsión del Olimpo. Sobre ella existen varias versiones, que conllevan también diferentes versiones sobre su consabida cojera. De hecho, en la propia Ilíada se dan dos versiones bien distintas de todos los acontecimientos.
- Por un lado, asegura Hefesto estaba ya lisiado de nacimiento. En esta versión, como el propio Hefesto relata en “La Iliada”, después de que Hera lo arrojase del Olimpo, cayó durante nueve días y noches hasta el mar, donde la nereida Tetis y la oceánide Eurínome lo recogieron y lo cuidaron en la isla de Lemnos, donde creció hasta convertirse en un maestro artesano.
- La otra versión afirman que la cojera de Hefesto fue causada por una aparatosa caída, tras ser expulsado del Olimpo por Zeus como reprimenda por interponerse en una discusión que mantenía con Hera acerca de Heracles, cuando Hefesto salió en defensa de su madre, Zeus lo habría cogido por un pie y lo habría precipitado fuera del Olimpo. Tras la excomunión, Hefesto estuvo cayendo un día entero, hasta que al final se estrelló en la isla de Lemnos, donde fue recogido por los Sintios, un pueblo tracio, que lo reanimaron, pero quedando cojo para siempre.
"Zeus y Hera expulsando a Hefesto" de Ubaldo Gandolfi | National Trust, Osterley Park |
Matrimonio con Afrodita.
Se desposó con Afrodita y, para no ser menos, este acontecimiento de su vida admite también varias versiones.
- “La Iliada” nos cuenta que, después de haber fabricado tronos de oro para Zeus y otros dioses, Hefesto decide vengar su expulsión del Olimpo elaborando uno trono mágico que envió como regalo a Hera. Cuando ésta se sentó en él, quedó encadenada, incapaz de levantarse. Entonces, los demás dioses rogaron a Hefesto que volviese al Olimpo y la liberase, pero él se negó, enfadado aún por haber sido expulsado. Dicen que intervino entonces Dionisos, quien emborrachó a Hefesto y lo llevó de vuelta al Olimpo a lomos de una mula. Una vez allí, Hefesto impuso severas condiciones para liberar a Hera, una de las cuales dicen que fue contraer matrimonio con Afrodita.
- Otras versiones afirman que la ocurrencia partió directamente de Zeus, quien concertó el matrimonio para evitar así peleas entre los dioses a causa de la tentadora belleza de Afrodita.
"Venus, Vulcano y Amor" de Jan Brueghel El Viejo |
El triángulo Hefesto-Afrodita-Ares.
En cambio, Afrodita, a quien le desagradaba aquel dios malhumorado y deforme, no tardó en refugiarse entre los aguerridos brazos de Ares. Por supuesto, Hefesto no tardaría mucho en descubrirlos, propiciando uno de los episodios más sonados de la prensa rosa olímpica, cuando el celoso marido descubrió el amorío delante de toda la corte, atrapándolos a ambos con ayuda de una red mágica...
"Marte y Venus descubiertos por Vulcano" de Alexandre Charles Guillemot, 1827. |
El asalto de Atenea.
No es de extrañar que haya autores que señalen su desgraciado matrimonio con Afrodita como desencadenante del su asalto a Atenea, un día que ésta acudió a él por nuevas armas. Aquel día, Hefesto intentó violar a Atenea, aunque sin mucha fortuna, ya que Hefesto derramó su semen en suelo (o en la pierna de Atenea, según otras versiones, quien lo limpió con un trozo de lana que tiró al suelo). Fue así como Gea engendró a Erictonio, uno de los reyes de Atenas, al cual Atenea crió como si fuese hijo suyo.
"Atenea deteniendo los avances de Hefesto" de Paris Bordone |
Descendencia.
Sin embargo, si que tuvo descendencia, siempre con bellas mujeres. Según “La Ilíada” de Homero, una de su consorte era Cárite, la Gracia por excelencia; y casi lo mismo afirma la “Teogonía” de Hesíodo, quien asegura que esta consorte era Aglaya (o Áglae), la más joven de las Cárites. Según la tradición órfica, fueron padres de Eucleia (diosa de la buena reputación y la gloria), Eufeme (diosa del correcto discurso), Eutenia (diosa de la prosperidad y la plenitud) y Filofrósine (diosa de la amabilidad y la bienvenida).
A veces se consideraba a Hefesto padre de los Palicos (con Etna), los daimones ctónicos de los géiseres y los manantiales de aguas termales de la región de Palacia (Sicilia). También se lo asocia con los Cabiros (con la ninfa Cabiro), que eran llamados los “Hephaistoi” (hombres de Hefesto). Además se le atribuye la paternidad de la ninfa Talía.
Entre los mortales, se atribuye a Hefestos la paternidad de Ardalos, Caco, Cécrope (según una versión minoritaria), Cerción, Filamón, Oleno, Palamón, Perifetes (con Anticlea), Pilio, Radamanto y Servio Tulio (con Ocresia).
"El descubrimiento del niño Erictonio" de Peter Paul Rubens |
El herrero de los dioses.
Hefesto fabricó en su forja muchos de los accesorios que lucían los dioses, y se le atribuye la forja de casi todos los objetos metálicos con poderes finamente trabajados que aparecen en la mitología griega, a parte del famoso cinturón de Afrodita: el casco y las sandalias aladas de Hermes, la égida de Zeus, la armadura de Aquiles, las castañuelas de bronce de Heracles, el carro de Helios, el hombro de Pélope, el arco y las flechas de Eros, el casco de invisibilidad de Hades y hasta el collar que regaló a Hermíone y el cetro de Agamenón.
"Vulcano presentando a Venus las armas para Aeneas" de François Boucher |
Vulcano, el Hefesto romano.
Hefesto se equiparó con Vulcano en la mitología romana y su historia se repite una vez más. Vulcano era hijo de Júpiter (Zeus) y Juno (Hera) y marido de Venus (Afrodita). Era también dios del fuego, los metales y los volcanes, forjador del hierro y creador de arte, armas y armaduras para dioses y héroes. Los romanos lo llamaron también Mulciber ("el que ablanda").
"Vulcano" de Pompeo Batoni |
Más imágenes: Hefesto en Wikipedia Database.
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Te doy la bienvenida a mis mares.
Muchas gracias por verter en ellos tus palabras.