Hesíodo y la Musa | G. Moreau |
Autor: Hesíodo (alrededor del 700 a.C)
Procedencia: Grecia clásica.
Publicación: entre los siglos XVII y XVIII a.C.
Argumento: Origen del cosmos y genealogía de los dioses griegos.
En su "Teogonía", Hesiodo (alrededor del 700 a.C.) relata el origen del cosmos y el linaje de los dioses de la mitología griega. Se trata de una obra poética, clave de la épica grecolatina. Se discute si debe fecharse en el siglo VII a. C. o en el VIII a. C.
Según relata el autor, antes que todas las cosas fue Caos. De Caos nació Gea (la Tierra), el Tártaro (el Subsuelo) y después Eros (el Deseo). Luego del Caos nació Erebo (la Oscuridad) y Nix (la Noche), que engendraron juntos a Éter (la Luz) y Hemera (el Día).
Gea parió por si sola a Urano (el Cielo), su igual, a los Oreos (las Montañas) y a Ponto (el Mar). Después, yaciendo con Urano, parió a los la I Generación de Titanes y Tinánides: Océano (el río que circundaba el mundo), Ceo (la Inteligencia), Crío (el Ganado), Crono (), Hiperión (el Fuego Astral), Japeto, Tea (la Vista), Rea (la Prosperidad), Temis (la Justicia), Mnemosina (la Memoria), Feba (el Brillo y la Luna), Tetis (el Agua) y finalmente Crono (la Cosecha). Luego engendraron a los Cíclopes (Brontes, Steropes y Arges) y a los Hecatónquiros (Coto, Briareo y Giges); a estos últimos Urano los aborreció y los encerró en el Tártaro sin imaginar las graves consecuencias que esta actitud le traería, ya que acabará depuesto y castrado por su propio hijo Crono.
De la sangre de Urano caída sobre la Tierra nacieron luego las Erinnias, los Gigantes y las Ninfas Melias. De la sangre de Urano caída en el mar nació Afrodita, desde ese momento acompañada por Eros e Imero.
En tanto, Nix parió por si sola a una descendencia bastante sombría formada por Moro (‘destino’), Ker, Tanatos (‘muerte’), Hipnos (‘sueño’), Momo (‘sarcasmo’), Ezis (‘angustia’), las Hespérides, las Moiras (Cloto, Lacesis y Atropos que tejían y cortaban el hilo de la vida), las Keres (la muerte violenta), Némesis (‘venganza’), Apate (‘engaño’), Filotas (‘ternura’), Gera (‘vejez’), Eris (‘discordia’), Pono (‘pena’), Leteo ('olvido'), Lemo, Algos ('dolor'), Ismina, Fonos ('asesinato'), Ate ('insensatez') y Horco ('juramento').
Según relata el autor, antes que todas las cosas fue Caos. De Caos nació Gea (la Tierra), el Tártaro (el Subsuelo) y después Eros (el Deseo). Luego del Caos nació Erebo (la Oscuridad) y Nix (la Noche), que engendraron juntos a Éter (la Luz) y Hemera (el Día).
Gea parió por si sola a Urano (el Cielo), su igual, a los Oreos (las Montañas) y a Ponto (el Mar). Después, yaciendo con Urano, parió a los la I Generación de Titanes y Tinánides: Océano (el río que circundaba el mundo), Ceo (la Inteligencia), Crío (el Ganado), Crono (), Hiperión (el Fuego Astral), Japeto, Tea (la Vista), Rea (la Prosperidad), Temis (la Justicia), Mnemosina (la Memoria), Feba (el Brillo y la Luna), Tetis (el Agua) y finalmente Crono (la Cosecha). Luego engendraron a los Cíclopes (Brontes, Steropes y Arges) y a los Hecatónquiros (Coto, Briareo y Giges); a estos últimos Urano los aborreció y los encerró en el Tártaro sin imaginar las graves consecuencias que esta actitud le traería, ya que acabará depuesto y castrado por su propio hijo Crono.
De la sangre de Urano caída sobre la Tierra nacieron luego las Erinnias, los Gigantes y las Ninfas Melias. De la sangre de Urano caída en el mar nació Afrodita, desde ese momento acompañada por Eros e Imero.
En tanto, Nix parió por si sola a una descendencia bastante sombría formada por Moro (‘destino’), Ker, Tanatos (‘muerte’), Hipnos (‘sueño’), Momo (‘sarcasmo’), Ezis (‘angustia’), las Hespérides, las Moiras (Cloto, Lacesis y Atropos que tejían y cortaban el hilo de la vida), las Keres (la muerte violenta), Némesis (‘venganza’), Apate (‘engaño’), Filotas (‘ternura’), Gera (‘vejez’), Eris (‘discordia’), Pono (‘pena’), Leteo ('olvido'), Lemo, Algos ('dolor'), Ismina, Fonos ('asesinato'), Ate ('insensatez') y Horco ('juramento').
CONCLUSIONES: Hasta aquí, la genealogía de Caos, sus hijos, sus nietos y sus bisnietos según Hesíodo, la cual va acercándose al hombre a medida que se desgrana. Mientras desarrolla su cosmología, Hesíodo va humanizando a sus dioses, dándoles cualidades e incluso apariencia humana o casi humana. De hecho, se puede apreciar fácilmente como los hijos y nietos de Caos se asocian con a los elementos de la Naturaleza, siendo difícil en algunos casos hallar representaciones antropomórficas de estos dioses. En la tercera generación aparecen las primeras personificaciones de las cualidades humanas; es por esto que algunos de los miembros de esta generación no son considerados Dioses Primordiales. Por cierto, en este sentido es curioso observar como los descendientes de Gea (la Tierra) tienden a las cualidades positivas mientras que los descendientes de Nix (la Noche) tienen connotaciones bastante más negativas.
"Las voces" (Hesíodo y la musa) de Gustave Moreau |
Fuente: "Teogonía" de Hesíodo.
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